La mirada ajena es una presión difícil de esquivar. Aun cuando pretendamos escapar a ella, rara vez nos deja indiferente. La necesidad de gustar, de ser reconocido y la falta de confianza en nosotros mismos crean expectativas y nos vuelven sensibles a la forma en que otros nos perciben.
Resultados para «intimidad»
Hemos encontrado 1 resultado para tu búsqueda.