Resultados para «realización»

¿Se mide el éxito profesional por la extensión del itinerario académico? O, dicho de otro modo, ¿hay que estudiar mucho para tener éxito en la vida? Nuestra sociedad elitista intenta introducirnos esta idea desde nuestra más tierna infancia.

¿La autorrealización pasa obligatoriamente por la competitividad? La pregunta puede parecer estúpida, pero oigo muy a menudo a personas desdichadas que no pueden concebir la felicidad sin entrar en alguna forma de competición. Ser únicamente uno mismo les parece tristemente banal, por no decir profundamente angustiante.

Durante mucho tiempo, he vivido “como todo el mundo”, persuadido de que en el otro hallaría la felicidad para toda la vida. Y esa bella ilusión se rompió en los años 2000. Entonces, me interrogué mucho acerca de la institución que llamamos matrimonio, así como acerca de todas las obligaciones que de ella se derivan.… Seguir leyendo Sobre la pareja, el matrimonio y el divorcio

¿Son iguales el hombre y la mujer? No, no lo creo, formular eso sería reductor. Cada ser humano es único, posee sus riquezas, sus especificaciones, sus fuerzas, sus debilidades… La riqueza se logra pues a través de la complementación, y no a través de la igualdad.

La perfección en sí lo habita todo: cada cosa y cada ser viviente de este mundo. Por mi parte, intento percibir en mi vida cotidiana el sentido de todo lo que me rodea, asumiendo que incluso lo más aparentemente absurdo,

Aun cuando el deseo no sea la vía para la realización, no hay por qué convertirlo en enemigo. Muchos y muchas lo perciben como un obstáculo, olvidando, por desgracia, que cada obstáculo puede ser también un trampolín,

¿La felicidad implica necesariamente llevar adelante proyectos de vida? ¿Tenemos que dar un sentido a la vida para ser felices? Se trata, en mi opinión, de una falsa creencia que lleva a gran parte de la humanidad a buscar su felicidad a través de una carrera profesional, una relación, la maternidad, el dinero o incluso… Seguir leyendo La felicidad en la fuente

Desde siempre, he evitado las instrucciones de uso, en el más amplio sentido. Hablo de las recetas de cocina, los manuales de desarrollo personal, los itinerarios sugeridos y todo lo que pretenda ser “la” vía.